jueves, 19 de noviembre de 2015

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    Por otro lado, Graciela Susana Puente en su ensayo titulado "Una cuestión de oído y permanencia", expresa entre otras cosas, que un haiku es ""paisaje", "un encuestro acusmático" donde la persona que "aparentemente" encuentra, es,   "esencialmente y por accidencia encontrada." Y agrega que, exaltado por Jorge Luis Borges, el haiku redime por su excelsa belleza y "no dice, sino roza en la tangencia y disemina peregrinos de un placer entre unas letras." Así se presenta al lector. Por ello es que en la temporalidad la rana es convertida en agua, la flor del cerezo en mariposa, las gaviotas en mar...

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