martes, 10 de mayo de 2022

A mi Marita

Oigo tu risa

fresca y tan cristalina,

tan plena de ternura.

Pero no estás...

Oigo tu piano,

acordes que palpitan

desde hace tiempo. 

Pero no estás...

Tu carita me muestra

la humildad de tu vida.

Pero no estás...

Me acerco a tus cenizas

para siempre conmigo.

Pero no estás...

Huelo las azucenas

puras como tu alma.

Pero no estás...

Y me pregunto ahora:

¿Acaso tú viviste?

Si ya no estás...

--- Tu madre