jueves, 12 de septiembre de 2013

( . . . ) - Cuando el silencio es voz.

Te invocó mi gesto
                                Desde mi silencio.
No fueron necesarios vocablos rebuscados
y desde la frontera de un poema
lo no dicho fue dicho
                                    simplemente
sin palabras
en el decir más profundo
                                           inmaterial
de lo inhablado.

FIN del Poemario CUANDO EL SILENCIO ES VOZ  de la poeta Marta Torres Jorajuría.
Ediciones GRUPO ERATO. ISBN 9974 – 7535 – 8 – 9
Impreso en Uruguay – Depósito legal Nro. 328 119/03


TU SILENCIO- Cuando el silencio es voz

Cual un indescifrable torbellino
 domina la marea del silencio,
de este silencio largo e insondable
donde habitan mutilados recuerdos.
Recuerdos que han quedado suspendidos
en la melancolía de mis sueños,
concebidos tan solo en la distante
incordura quimérica del tiempo.
Tiempo breve, minúsculo, ya ido
a poblar otro espacio y otro cielo,
holograma de haces luminosos
en el río aquietado de mi aliento.
Aliento que se esparce con el frío
de la leve espiral de un aleteo,
milagro del amor que tú me diste
para que yo vivierq tu silencio.


TU RETRATO- Cuando el silencio es voz

Hay un dolor escondido
en las niñas de tus ojos.
Será el silencio que duele,
será visión de lo ignoto.
Quizás por eso te quiero;
quizás por eso abandono
la esperanza de tenerte
y ni siquiera te nombro.
Aunque la pena distienda
sus alas negras de plomo,
guardará mi corazón
el secreto de tus ojos.
Porque ellos muestran la esencia
de un pasado generoso
que fuera brasa en mi vida
y hoy queda sólo el rescoldo.
Tu retrato tiene ahora
un haz de luz en lo hondo
de tu mirada sin tiempo
y en paz, de luz testimonio.



SUEÑO- Cuando el silencio es voz

No sé si fuiste sol, viento o marea,
capullo de un adiós en mi nostalgia.
Quizás fuiste una vez barca en la espera
sobre la ardiente arena de mi playa.

Más prendido que nunca a sus creencias,
tu corazón partió con su esperanza.
Yo me quedé aguardando en duermevela
asida a las raíces de mi nada.

Y en mi nada soñé con una estrella
que detrás de los pinos asomaba
con un fulgor distinto cual candela
derramando su luz sobre mi almohada.

Esa luz se adentró en mi conciencia:
Es la Luz de mi Dios que me acompaña,
perfectamente simple, honda y plena
que me anuncia la Vida que no acaba.


SONETO 1- Cuando el silencio es voz

¿A qué espacios sin tiempo transmigraron
aquellos sueños del amor nacidos?
¿ En  qué rincón del éter procrearon
sus piadosos ideales escondidos?

¿Sus oídos acaso no llegaron
a percibir los ecos evadidos
de los cielos azules que evocaron
a nuestros corazones conmovidos?

Una rosa pupúrea yo acaricio
sobre la tibia almohada de otro día
mas en ella presiento  un maleficio.

Un conjuro fugaz de cobardía
en mi trémula tarde de cilicio
anúnciame tu ansiada compañía.

Mención de honor – Club de Leones de Buenos Aires.
Certamen Literario Internacional 46º Aniversario, 2001.-



 
  


SONETO 2- Cuando el silencio es voz

Desmáyanse mis horas sin tu esencia,
Minúscula materia vulnerable,
en este espeso bosque impenetrable,
otrora todo luz con tu presencia.

Noctámbulos mis días sin cadencia,
insomnes tras la estela inescrutable
de tu limpia mirada imperturbable
desde el hondo silencio de tu ausencia.

En la cresta dorsal  del Infinito
dormita la humildad de tu alabanza,
delirio de un amor que dio cabida

en el límpido umbral de la esperanza
a la eterna promesa de la vida
que derrama en los átomos su grito.


SOLA- Cuando el silencio es voz

Centenarios cipreses venerables y eternos,
enhiestos y en silencio en cada atardecer.
Sólo el arrullo suave de escondidas palomas
en aquel cementerio donde ya no hay después.

Aún huelo el aroma de su hirsuto ramaje
elevándose al cielo en busca de un porqué.
Cada minuto largo destila la ternura
de aquellos ojos claros que ya no puedo ver.

Bajo el verde enlutado de esos árboles viejos,
las lilas de la tarde estremecen mi piel;
en súbito silencio la sangre del ocaso
enturbia la esperanza de otro amanecer.

A solas con mi pena desando mi camino
mientras cae la noche tristemente esta vez.
Mi alma siente frío. Qué sola me he quedado
aguardando un mañana tan feliz como aquél.


SIN MAÑANA- Cuando el silencio es voz

En este atardecer claro y sereno,
mirando el monte espeso a la distancia,
te he visto aparecer con tu sonrisa
tan límpida y feliz como tu alma.

Y mis ojos absortos –ayer ciegos-
no podían creer lo que miraban.
Allá en una nube mensajera
tú escribiste mi nombre en lontananza.

La quieta mansedumbre del poniente
mi nombre estremecido destacaba.
Tras un suspiro largo y muy profundo
tu nombre se escapó de mi garganta.

Mas los últimos rayos del ocaso
perfilando difusas pinceladas,
borraron nuestros nombres de la vida
y yo me quedé sola y sin mañana.


SIEMPREVIVA- Cuando el silencio es voz

Acunan mis sienes
                               distancias y ausencias;
distancias que fueron
                                    ausencia descalza.

En un infinito
                      de mares sin nombre
aún me sonríen
                          tu nombre y tu rostro.

Quizás una tarde
                            de ardiente verano
tu risa desnuda
                          devele la incógnita
del silencio lúgubre
                                 de esa Siempreviva
que en ti yo descubro.


PASADO- Cuando el silencio es voz

En el claroscuro del silencio,
impávida y sin prisa,
místicamente bella,
una blanca luna me ilumina.
Al compás de ecos rezagados,
rimando melodías
de épocas lejanas,
con hilos sutiles me acaricia.

El perfume del pasado ha vuelto
mostrándome una niña
de largas trenzas rubias
y asombrados ojos sin malicia.
Hay en sus pupilas candorosas
milagrosa poesía,
serenidad y canto,
tibieza profunda sin heridas.

¿Quién eres, enviada del pasado?
¿Qué dice tu sonrisa?
¿Qué buscas esta noche
vistiendo tan blanca muselina?

Sus ojos penetran en mi alma.
Se encienden sus mejillas.
Es su voz la de antes,

tan fresca, tan pura y cristalina. 

OTROS CAUCES- Cuando el Silencio es voz

Escapó de mis labios la palabra silencio,
intemporal y abstracta, honda como el cansancio.
Y tembló en la memoria, se detuvo en el tiempo,
secreta y disonante en recóndito espacio.

El fuego de la vida se apagó entre los ecos
velados por la ausencia de paz de un día aciago.
Sonaron a lo lejos tras los montes sedientos
monocordes y estériles los himnos del pasqdo.

Hilachas de ilusiones quedaron suspendidas
rielando en el misterio del lago de la espera.
En el rastro perdido de alígeras quimeras

otros cauces se abrieron en apacible entrega.
Y en el salmo solemne que la Luz aproxima
se quebró aquel silencio cual sublime elegía.

3er. Premio XIV Concurso “Profesor Antonio M. Apa Lucas”.
Centro Hispanoamericano de Artes y Letras. Montevideo, 2002.-






MI TRISTEZA- Cuando el silencio es voz

Indefinible y áspera, sin color, sin aristas,
duele muy dentro y pesa como una carga lívida.

Se agranda con la noche, se espesa en la neblina
escondida en la dura y perversa agonía.

Hay en la solitaria abstracción de la vida
la inmensa, indescifrable procelosa utopía.

En los huecos del miedo, inmóvil y distinta,
mi tristeza –una a una- desanda mis fatigas.

Se estremece el silencio, se intuye y se aniquila
el milagro esperado que cincela el enigma.

Hoy las heladas aguas inmóviles, sin vida,
del río del  olvido reflejan lejanías.

Espectros que se mueven en el vaivén sin prisa
de esta vida que yace en la tristeza mía.


MI SILENCIO- Cuando el silencio es voz

Cual fantoche sin rumbo mi silencio deambula
por la plaza desierta esta noche de mayo.
Y son los negros árboles esqueletos inmóviles
en  la sombra sin prisa de mis silentes pasos.
No hay en el cielo estrellas ni luces en las casas.
Hay un frío de escarcha en la fuente de mármol.
Sin pronunciar tu nombre, sin escuchar tu risa,
se enreda el pensamiento y tiritan los labios.
Del vetusto reloj de la iglesia cercana
suenan dos campanadas  con acento cansado.
Tú eres una, yo otra, paralelas, sin tiempo
en el tiempo infinito de tristezas sin llanto.
Una fría llovizna va empapando las sombras
y duele este silencio en el alma incrustado.
Se presiente muy dentro las dagas de la muerte
agazapada y lívida bajo su oscuro manto.
Cómo duele tu nombre escrito en mi silencio.
Cuán amargo el camino en soledad llevado…
Si parece esta noche, que termina la vida
y el silencio y su sombra apresuran mis pasos.


MAREJADA- Cuando el silencio es voz

Marejada febril de mis ensueños
pone un beso en la playa de tu alma.
En el gris torbellino de sus sales
desnuda la congoja de mis lágrimas.

Atrás  fueron quedando los anhelos,
marejada infinita de nostalgias.
Un velero persigue el horizonte,
sin timonel, sin brújula, sin ancla
intentando en locos desvaríos
galopar y embestir cual marejada.

El Plata se estremece en su corriente
evocando el amor que me dejaras…
Una tibia caricia sinapuro
desata mi dolor cual marejada.

Poema escrito especialmente para la “Revista Marejada”

De Punta Carretas shopping- Montevideo, 2000.-   

MADRIGAL- Cuando el silencio es voz

Qué diera yo por verte
volviendo para siempre de tu exilio,
lugar inexorable e ignorado
al que llamamos Muerte…
Qué diera yo por verte
nuevamente feliz y enamorado
en nuestro eterno idilio.
Quizás pueda tenerte
el día en que en mi auxilio,
algún ángel me absuelva de pecado.
Entonces sí, Amado,
de mí, tú no podrás ya deshacerte.
Habrá un vergel de luz puro y sagrado
Animando mi fe por merecerte.


LLUVIA- Cuando el silencio es voz

La lluvia es la caricia que viene a consolarme.
Penetra mis sentidos,
divaga quedamente en mi silencio
y después al oído,
con su monotonía domina mi semblante.

La lluvia fue alegría profunda en su lenguaje.
Los tiempos son distintos
y aunque llueve no existen los anhelos;
son otros los caminos
que mi alma transita en el gris del paisaje.

Esta lluvia sin prisa clausura en espirales
los lóbregos abismos
de una noche brumosa, sin regreso,
que se fue en un suspiro,
penumbra de infinitas y opacas soledades.

La lluvia me estremece aunque ya no sea nadie…


LA BARCA- Cuando el silencio es voz

En el quieto remanso quedó latente un sueño.
Sólo algunas libélulas
ensayan
a la luz de un farol enmohecido
la danza de la muerte.

Se perdió en el ocaso un largo sol de enero.
Dormida en la ribera
la barca
soñando se estremece con el río
que le besa su vientre.

Más allá de la vida, tras el vasto silencio
han quedado muy quietas,
esclavas
de un pasado sin voz y sin latidos
mis lágrimas que duelen.

La barca ya no tiene su velamen inquieto
de un pasado de estelas
colmadas
de imposibles milagros que acaricio
tras mi escondida fiebre.


INSTANTES- Cuando el silencio es voz

     1
El sol no ha salido.
Es noche.
Un cuervo gigante
sin alas
devoró sus rayos.
Hay frío.
Silencio.
El reloj no duerme.
Las horas no pasan.

     2
En la dura piedra
las gotas horadan
-tercas, pertinaces-
un hueco profundo,
un hueco que clama
sin voz, a los pájaros.

     3
Y el viento se ufana
con siniestra mano.
Dispersa las hojas,
las hojas ya muertas,
las hojas…
La nada.

     4
Saeta filosa
que hiende el silencio
profundo del aire.
El ciprés no duerme.
Tristemente calla.
Impone silencio
-Isilencio!-
con su dedo largo.

     5
¿El tiempo?
¿Qué tiempo?
¿Aquél
de los cuentos de hadas
o éste
de las noches largas?
Quizás sean ambos
que vienen
despacio

a poblar la almohada.                    

ESTAMPIDO- Cuando el silencio es voz

Si hasta duerme el silencio
en esta noche larga
y acuden mil recuerdos
a mi mente noctámbula.
Se ha detenido el tiempo
alargando distancias
de apagados anhelos,
ya perdida su magia.
El frío del invierno
azota la alborada
y se ha calllado el viento
sobre la blanca escarcha.
Mas la escarcha es un beso
que llega hasta mi almohada,
tan vil y tan perverso
como filosa daga.
Un estampido seco
rompe el silencio y brama.
El alba me da miedo.
¿Qué traerá la mañana?


ENIGMA- Cuando el silencio es voz

-A la muerte de un Amigo-

Peregrinas del tiempo tus pupilas.
Un esbozo de sombra en tu mirada.
Una mueca escondida en tu sonrisa
tras el dolor que callas.

Es un juego con trampas esta vida
donde asoman tristezas y esperanzas.
Un devenir constante en la rutina
de las horas que pasan.

Jugaste como yo sin cobardía
soñando con utópicos mañanas
en absurdos espacios de neblinas,
cenizas de alboradas.

El eco asordinado de la rima
sólo nos queda,AMIGO, en la nostalgia
de un pasado distante que transitan
recuerdos sin palabras.

En tus manos la rosa estremecida
de un ocaso silente que se apaga,
anhelando llegar a la bahía

  donde un enigma aguarda.

EL MONTE- Cuando el silencio es voz

Aquel monte distante me recuerda
mis sueños de muchacha
pasajera de un tiempo que me lleva
a desandar distancias
tras el gozo febril de una quimera
trocada en una lágrima.
Cae la noche reflejando estrellas
en lo arcano del alma
donde pugnan silencios y tristezas
apenas esbozadas.
El monte se ha opacado entre la niebla.
La luna llena clama
quebrada por el río que la lleva
en el tropel del agua.
La miro así, tan rota y descompuesta,
sola y desamparada,
tan parecida a mí en su tristeza,
que su temblor me atrapa.
El monte oscurecido se asemeja
al eterno fantasma
que me habita desde que tú te fueras
y mi voz no te alcanza.


DESPUÉS- Cuando el silencio es voz

Un lampo sutil inunda mi alma
y enciende en mi memoria tu promesa
impregnando el silencio de mis días
con eel néctar fugaz de tu presencia.
Es la nostalgia de un pasado efímero
en la honda tristeza de mis versos.
Cuánto amor en el soplo de la vida.
Cuán amargo el sabor de los recuerdos.
No sé qué fuera más o fuera menos:
si sentirte en la savia de mis venas,
si soñar con el eco de tu risa,
si morir acunando mi tristeza.
Sólo sé que en la vida que vivimos
tus manos fueron cálices de esencias;
tu palabra templó con su armonía
el diapasón silente de mi pena.
Tu mirada fue sol en mi camino
y tu voz,  el timón de mis anhelos.
Un temblor aleteando con dulzura
fue caricia de luz en nuestro encuentro.
Hoy tu voz va esfumándose en el cosmos
peregrina de amor y de quimeras,
dibujando en volutas multiformes
la palabra DESPUÉS …, que nunca llega.

Segundo Premio – 11º. Concurso Literario “Grupo Ideal”, Diario “La Democracia” –
San Carlos, Maldonado, 1996.-




   



ANUNCIO- Cuando el silencio es voz

Se han poblado mis días de silencio.
Las ventanas del alma se han cerrado.
La luz de mis pupilas ya no alumbra
el áspero camino sin tu abrazo.
Desfallecientes rosas amarillas
hiriendo van mis pies a cada paso.
Un cúmulo apretado de cenizas
Envuelve silencioso mi cansancio.
Atrás fueron quedando las promesas
bajo el lívido cielo del ocaso.
Hay en la aciaga soledad del tiempo
sólo caleidoscopios apagados.
Sin embargo una flor equivocada
perfuma todavía mis espacios…
Una leve campana desde lejos
me anuncia que no todo ha terminado.

Altar sin tiempo. - Cuando el silencio es voz

Yo sé que mi vida se fue tras los ecos
de un amor sin tiempo que aún acaricio.

Hoy queda en mi alma el tibio rescoldo
de ese amor auténtico de clara armonía.

Yo sé que una tarde mansa de diciembre
vendrás a empaparme con tu fresca risa.

De nuevo felices bebiendo el ocaso,
juntos llegaremos a la ansiada cima.

Ha de ser la noche máslimpia y serena
porque nuevas alas tendrá nuestra vida.

Porque en un suspiro profundo de cielo
ya no habrá distancias ni frías cenizas.

Brotará el silencio de las altas cumbres

cual altar sin tiempo de una nueva vida. 

ALAS- Extraído del libro "Cuando el silencio es voz"

Alas para el rencuentro necesito,
para ascender la escala del milagro
emergiendo del aura de tu Verbo,
caudal de fe y amor esperanzado.

Renaceré a la luz como los lirios
por la excelsa pureza de tu Mano
dejando atrás las vallas del silencio
desbordado de sombras y cansancio.

Ascenderé a la Luz que llevo dentro
y oculté tanto tiempo sin mirarte,
mas Tú, serenamente me decías:

“Tómate si es preciso todo el tiempo
pero aprende en silencio a rencontrarte.

Yo estoy dentro de ti y en Mí confía.”