jueves, 12 de septiembre de 2013

MI SILENCIO- Cuando el silencio es voz

Cual fantoche sin rumbo mi silencio deambula
por la plaza desierta esta noche de mayo.
Y son los negros árboles esqueletos inmóviles
en  la sombra sin prisa de mis silentes pasos.
No hay en el cielo estrellas ni luces en las casas.
Hay un frío de escarcha en la fuente de mármol.
Sin pronunciar tu nombre, sin escuchar tu risa,
se enreda el pensamiento y tiritan los labios.
Del vetusto reloj de la iglesia cercana
suenan dos campanadas  con acento cansado.
Tú eres una, yo otra, paralelas, sin tiempo
en el tiempo infinito de tristezas sin llanto.
Una fría llovizna va empapando las sombras
y duele este silencio en el alma incrustado.
Se presiente muy dentro las dagas de la muerte
agazapada y lívida bajo su oscuro manto.
Cómo duele tu nombre escrito en mi silencio.
Cuán amargo el camino en soledad llevado…
Si parece esta noche, que termina la vida
y el silencio y su sombra apresuran mis pasos.


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