jueves, 12 de septiembre de 2013

LLUVIA- Cuando el silencio es voz

La lluvia es la caricia que viene a consolarme.
Penetra mis sentidos,
divaga quedamente en mi silencio
y después al oído,
con su monotonía domina mi semblante.

La lluvia fue alegría profunda en su lenguaje.
Los tiempos son distintos
y aunque llueve no existen los anhelos;
son otros los caminos
que mi alma transita en el gris del paisaje.

Esta lluvia sin prisa clausura en espirales
los lóbregos abismos
de una noche brumosa, sin regreso,
que se fue en un suspiro,
penumbra de infinitas y opacas soledades.

La lluvia me estremece aunque ya no sea nadie…


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