lunes, 19 de agosto de 2013

EL SENA- Extraído del libro "Cuando el silencio es voz"

Es un estanque tibio el Sena esta noche.
Se han dormido sus aguas acunando la luna
Y un violín desde lejos me acerca melodías
que difunden su gracia en las sombras nocturnas.

Los  antiguos faroles con sus luces inmóviles
Son testigos sin tiempo de la calma que arrulla.
Se respira en el aire de este cálido junio
El aroma nostálgico de un pasado sin brumas.

En soledad dormitan las naves en la orilla.
Mis oídos atentos absorben una a una,
Las campanadas lentas, monótonas y eternas
Que Nôtre Dame desgrana, doctrinaria y augusta.

Reclinada en un banco me voy bebiendo todo
este silencio  mágico que mis raíces buscan.
Ya mis ojos cansados se van cerrando lentos
En un plácido sueño que mis sienes inunda.

Me despierta el silbato de una nave que parte.
La alborada es de grana. Sobre el río, la bruma.
París no ha dormido. El Sena, manso y quieto,

en calma como siempre. Sus aguas me deslumbran.

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